Los desechos de la ciudad nadie los quiere ver. Todos tienen sus problemas cotidianos. Pero no dejamos de ser animales desproporcionalmente dañinos. En realidad el planeta no nos necesita. Nosotros necesitamos de él, aunque para los más egoístas del planeta dirían: ¡Y qué!, así es la vida. Pero ésta, tal como la conocemos no existirá. Hago un llamado a los que tengas huevos sobre el planeta a hacer una reciclatón de desechos en casa, sólo inorgánicos, para contar cuánto producimos en tres meses. Yo lo vengo haciendo, y ya se me viene subiendo por los pies.
¡A VER, QUIÉN DIJO YO!
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